ENTREVISTA. Miguel Ángel Tobías visita Murcia con motivo de la presentación de su conferencia «El sentido de tu vida» que impartirá el próximo 1 de octubre en Murcia. Aprovechamos la ocasión para saber un poquito más sobre lo que nos vamos a encontrar con la ponencia del reconocido director de cine, programas y documentales sociales tan exitosos como «El camino interior» o «Españoles por el mundo».
Recién llegado de su última expedición a Groenlandia, una expedición en busca de un mensaje al mundo sobre las consecuencias del cambio climático, una representación de OMEP y el Ayuntamiento de Murcia, lo esperamos en el edificio Moneo de nuestra ciudad para dar paso a la presentación oficial de su conferencia magistral «El sentido de tu vida».
¡Muy buenas Miguel Ángel!! Bienvenido de nuevo a nuestra Región y ciudad, un placer compartir un espacio de reflexión contigo.

¿Consideras que tu conferencia más allá de inspiradora puede llegar a ser “transformadora”?

Eso depende de la experiencia de cada uno. Esta conferencia no es solo motivacional, voy a proporcionar herramientas, ideas y enfoques para que los asistentes puedan aplicar a sus vidas y puedan generar un cambio real. Yo intento impulsar a la acción, que a los asistentes les resuenen las reflexiones que voy a compartir y provocar así en ellos una transformación en sus vidas. Pero al final del día esa transformación está en sus manos.

¿Es posible dar un giro a nuestras vidas cuando le ponemos conscientemente sentido?
Sí, absolutamente. Cuando vivimos de manera más consciente, tomamos decisiones más alineadas con nuestros valores, deseos y objetivos profundos. Al poner sentido a nuestras acciones y experiencias, ganamos claridad sobre lo que realmente queremos y comenzamos a vivir la vida que realmente queremos vivir.

¿Es determinante el origen para poder alcanzar metas en la vida?
La historia nos ha querido hacer creer que la posición social de las personas está predeterminada, con familias que heredan su estatus por su apellido, dinero o poder. Sin embargo, es posible romper con esa cadena y ascender, pero para lograrlo se necesita tener hambre de crecer, sueños, voluntad, compromiso y confianza en uno mismo. Además, es importante aprender del fracaso, pedir ayuda cuando sea necesario, superar los miedos, ser humilde y agradecido y saber perdonar. También hay que tener fe, fe en la providencia para aceptar que lo que va sucediendo es para nuestro desarrollo y crecimiento porque si no es muy fácil caer en la desesperanza y abandonar el camino necesario para llegar a la meta deseada.
Yo he tenido la suerte de vivir experiencias y de conocer a personas a lo largo de mi vida que son el vivo ejemplo de que su origen no ha determinado su destino. Y para no hablar de historias personales, que las hay, estoy pensando en Gennet Corcuera, la protagonista de mi película Me llamo Gennet, que habiendo nacido en Etiopía, sordociega, en plena hambruna, de ser entregada en una casa de acogida de Madre Teresa… sobrevivió durante años y fue adoptada por una mujer española y traída a España y educada hasta conseguir convertirse en la primera persona sordociega de nacimiento de Europa en obtener un título universitario y llegar ella misma incluso a ser profesora. Gennet, sin duda, ha cumplido todos los parámetros que yo he descrito.

¿Qué importancia tiene el trabajo interior en una sociedad donde caminamos sobradamente estimulados y no le dedicamos el tiempo suficiente a la pausa y a la reflexión?
Trabajar nuestro interior nos permite reconectar con lo esencial de la vida, nos da la oportunidad de conocernos mejor, entender nuestras emociones, pensamientos y deseos profundos. Sin esta pausa para reflexionar, corremos el riesgo de vivir de forma automática, sin saber realmente lo que queremos o necesitamos. No sabes el dolor que me produce ver que la gente vive de manera automática, como si estuvieran dormidos.
Por otra parte, la sobreestimulación nos desconecta del momento presente. El trabajo interior nos ancla en el «aquí y ahora», ayudándonos a vivir de forma más consciente y plena. Decía mi amigo José María Poveda que el presente se llama así porque es un regalo.

¿Renacer en los Andes fue el punto de inflexión más importante de tu vida? Escribiste un libro sobre ello que precisamente lleva ese título, ¿qué tipo de historia se encuentra el lector entre sus páginas?
La verdad es que no conozco a nadie que haya estado al borde de la muerte y que esa experiencia no le haya marcado de por vida. En mi caso, que he estado tres veces muy cerca, dos en África, ahogado y envenenado, y una tercera en Los Andes, puedo decir que me vine con una serie de conocimientos y aprendizajes: que la muerte no existe, que nunca hay que rendirse, que no debemos perder jamás la esperanza, que todos llevamos un guerrero en nuestro interior, que la vida es un misterio y un regalo, que la clave de nuestra existencia es dar amor…
Cuento cómo, sin apenas fuerzas y enfrentando un agotamiento físico y mental extremo, sobreviví al frío más helador que he experimentado jamás, y eso que acabo de volver de rodar en Groenlandia, durmiendo en tiendas de campaña a temperaturas bajo cero. Más allá de los hechos, este libro es en realidad una profunda reflexión sobre el sentido de la vida, la muerte, la fuerza interior y la transformación personal, porque yo ya no volví siendo el mismo.

Hemos seguido todos los capítulos de tu extraordinario documental «El camino interior» emitida esta vez en TVE 2 y vigente en TVE Play ¿Qué te llevó a rodar esta serie? ¿Eres consciente de lo que está ayudando este documental, concebido como “medicina para el alma”, a muchas personas?
Cuando comencé a desarrollar este proyecto, lo hice pensando en ayudar a la gente. Sabía que las secuelas de la pandemia iban a ser psiquiátricas, psicológicas, emocionales y existenciales; quería poner mi conocimiento y el de las otras 16 personas que han caminado conmigo al servicio de las personas que hayan podido verse afectadas por el miedo, la incertidumbre, la ansiedad, la depresión, la tristeza, el desánimo que está catástrofe mundial ha generado. Y, además, con el simbolismo de haberlo hecho en un Año Santo. Quien vea la serie hará sin duda un camino interior desde el sillón de casa y querrá después levantarse y recorrerlo físicamente.
Desde que se estrenó, estamos recibiendo miles de mensajes de agradecimiento de gente que nos expresa cómo la serie les está ayudando. Es maravilloso ver cómo la gente en redes sociales comentaba que la serie había evitado pensamientos suicidas, combatido depresiones o ayudado a encontrar trabajo. Después, vi que tenía que hacer algo más. Entonces puse en marcha RENACER, un espacio único de 4 horas de reflexión sobre el sentido de la vida.

¿Falta amor y empatía en nuestras vidas?
Sin duda. La verdadera pandemia actual es la falta de amor (y la soledad). El ritmo acelerado de la vida, la hiperconectividad tecnológica y el énfasis en la competencia individual a menudo dejan de lado las conexiones humanas profundas y el entendimiento mutuo. En “El Camino Interior” hablamos de ello. Decía Lord Byron que hay 4 cuestiones de valor en la vida: ¿qué es sagrado?, ¿de qué está hecho el espíritu?, ¿por qué vale la pena morir? y ¿por qué vale la pena vivir? La respuesta a estas 4 preguntas es la misma, por AMOR. Y este se basa en la empatía, en la capacidad que tenemos en ponernos en los zapatos de otra persona. Para mí, la compasión es clave para recuperar el sentido de empatía.

¿Cuándo podremos ver los últimos documentales «Navegantes del alma? Y Life’s Ice? ¿Presentarás alguno en Murcia?
Esperemos que pronto. Aún estamos trabajando en la postproducción de “Atlántico: Navegantes del alma”, y ya estamos en marcha con “Life’s Ice (El Hielo de la Vida)”. Ojalá podamos estrenarla aquí en Murcia, la verdad.